Sentarse de la forma adecuada a la hora de trabajar en la oficina es vital para evitar problemas posturales y posibles lesiones. Por ello, es importante incorporar al espacio de trabajo una silla ergonómica con un respaldo confortable que se adapte a la curvatura natural de la espalda. De este modo, la silla ergonómica te ayudará a corregir la postura, a cuidar de tu salud y te permitirá trabajar de forma cómoda y eficiente. Pasamos el mismo número de horas sentados en el trabajo que durmiendo, por lo que elegir una buena silla de trabajo es de suma importancia. Si no hacemos uso de una silla adecuada para trabajar, es probable que terminemos la jornada laboral cansados, con sensación de estrés o ansiedad y, en muchos casos, con dolor de espalda. Sin la silla correcta no vamos a conseguir sentirnos cómodos durante las horas de trabajo, perdiendo eficiencia y productividad. Una silla ergonómica, en términos generales, es aquella que puede ser regulada según las características o necesidades del usuario y que se adapta a su fisionomía, permitiendo una postura cómoda y saludable. Asiento regulable: La silla ergonómica debe ofrecer la posibilidad de regular el asiento en altura según las necesidades de cada individuo. Si la mesa de trabajo es más baja que la silla, simplemente deberás regular la altura del asiento para conseguir la alineación y posición perfectas.